Un avión de combate de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos derribó a un avión no tripulado iraní que estaba cerca de las fuerzas de la coalición que combaten al Estado Islámico. El drone del tipo Shaheed 129 es la tercera aeronave derribado por el poderío aéreo de Estados Unidos en lo que va corrido del mes, luego del derribo de un avión de ataque Sukhoi Su-22 de la Fuerza Aérea Siria y otro drone Shaheed de Irán.
El derribo más reciente ocurrió en los cielos de Siria, cuando un Shaheed 129 operado por fuerzas leales al régimen de Bashar al Assad voló cerca de una base militar de la coalición próxima a la ciudad siria de Tanf.
La base es el hogar no sólo de las fuerzas rebeldes sirias, sino también de las Fuerzas Especiales de Estados Unidos y, desde la semana pasada, de los lanzadores de cohetes del Sistema de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad (HIMARS) operados por Estados Unidos.
Los Estados Unidos han establecido una "zona de descontaminación" de 55 millas alrededor de Tanf y han advertido que cualquier fuerza que entre en ella está sujeta a un ataque. (En un incidente anterior, las fuerzas estadounidenses derribaron otro Shaheed 129 después de que atacó combatientes del Ejército de Liberación Sirio, aliado de los EE.UU.)
El Shaheed 129 es un avión no tripulado de diseño y fabricación iraní, parecido al MQ-1 Predator de los Estados Unidos y muy similar al drone israelí Hermes 450 (También operado por la Fuerza Aérea Colombiana). Irán afirma que el drone puede mantenerse en vuelo durante 24 horas, tiene una autonomía de hasta 1.056 millas y lleva hasta ocho misiles aire-tierra guiados por láser Sadid-1.
El encuentro del martes es el último desarrollo en lo que se ha convertido en un enfrentamiento cada vez más hostil entre el ejército de Estados Unidos y las diversas fuerzas que apoyan la lucha del presidente sirio Bashar al-Assad para mantenerse en el poder. Cabe recordar que el pasado domingo, un F/A-18E Super Hornet de los Estados Unidos derribó un avión de ataque Su-22 sirio después de disparar contra aliados estadounidenses cerca de la ciudad de Tabqa, ubicada al norte de Tanf. Ese incidente desató una prolongada tensión entre los Estados Unidos y Rusia, país que declaró que comenzaría a apuntar a los aviones de la coalición si operaban en territorio que el régimen busca controlar.
Estas escaramuzas ilustran lo congestionado y complejo que es el espacio de batalla en Siria. Las fuerzas americanas y sus aliados están enfocados en la lucha contra el Estado Islámico; pero a medida que el grupo terrorista pierde terreno alrededor de la ciudad de Raqqa, el frente de batalla se desplaza hacia el sur del Río Eufrates, movimiento que inquieta a Moscú. Como resultado, cada día existe un mayor riesgo de conflicto entre las partes involucradas.
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