Estados Unidos ha desplegado una docena de aviones A-10 de ataque a tierra en la base aérea en Incirlik, sur de Turquía, según informaron altos funcionarios del gobierno estadounidense.
Los 12 aviones, famosos por su capacidad para destruir tanques, llegaron el fin de semana y está previsto que se integren a las misiones de la coalición liderada por Estados Unidos contra los yihadistas de Estado Islámico (ISIS) en Irak y Siria.
El despliegue de estas aeronaves busca brindar "capacidad adicional" en los ataques contra el Estado Islámico, empleando las sorprendentes capacidades del ataque a tierra del A-10, como lo son su maniobrabilidad y poderoso armamento, compuesto por un cañón multitubo de 30mm, bombas inteligentes, cohetes, misiles antitanque y misiles aire-aire.
Estos aviones conocidos con el sobrenombre "Warthog" están fuertemente blindados y diseñados para soportar impactos directos de armas antiaéreas de diverso calibre, pues suelen volar más bajo y más lento que los F-16, lo que también los expone más.
"Tienen más riesgo significativo que otros aviones debido a las trayectorias de vuelo que normalmente siguen". La decisión se produce tres semanas después de que Rusia lanzó su propia campaña de bombardeos en Siria.
Funcionarios del Pentágono y Moscú están por concluir un acuerdo para evitar incidentes entre los aviones de las dos potencias que vuelan sobre Siria.
Los A-10 podrían ser utilizados para apoyar a los grupos rebeldes que luchan en el norte de Siria, entre ellos un grupo llamado Coalición Árabe Siria, que este mes recibió desde el aire una masiva entrega de municiones.
Turquía permitió en julio que los aviones estadounidenses utilicen la base de Incirlik para atacar posiciones de ISIS en Siria.
